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POR QUE SOY COMO SOY

Más de una vez vi niñas en mi colegio tristes porque no les habían cantado su canción de cumpleaños en el cuarto de hora, el momento en que nos reuníamos todas las niñas del salón para prepararnos a comenzar el día. A mi nunca me la cantaron, pero en cambio, para mi fue un honor… pero en esa época mas que un honor era un alivio. Gracias a que ese mismo día, muchos muchos años atrás Simón Bolívar ganaría la batalla con la que se hizo realidad la independencia de Colombia. Gracias a Bolívar y a mi mama que escogió ese día para mi nacimiento, todos mis cumpleaños han sido especialmente para celebrar, no hay colegio, no hay universidad, me levanto tarde y simplemente, celebro MI CUMPLEAÑOS.
Y ese 7 de agosto de 1988 fue el que le cambio la vida a Doña Martha, porque se realizaba el sueño que por nueve meses había esperado, solo que realmente, no sabía lo que le esperaba. Solo para tener una referencia de la vida conmigo, entré al colegio Anglo Francés Campestre en el que los niños pensaban que yo era familiar o amiga del Doctor Rojas, porque me la pasaba metida en la rectoría. En realidad, mi mama no sabia ya que hacer con tantos memorandos informándola de mi indisciplina, y de mis constantes visitas a la rectoría y al salón oscuro en el que siempre me ponían a hacer planas: "No debo molestar a mis compañeros" y "debo estarme en mi puesto durante toda la clase" eran algunas de las que recuerdo.
Cuando me cambie al Buen Consejo, las cosas siguieron básicamente igual. Hasta una noche de noviembre en la que por fin fui consciente de lo que estaba pasando con mi vida. Faltaban dos días para acabar octavo grado y yo iba perdiendo 5 materias. Ese día soñé que la niña mas repugnante de las que serian mis nuevas compañeras si repetía el año decía una y otra vez que la "niña repitente" debía ser rechazada por ser tan bruta. Extrañamente, me dio la fuerza suficiente para que en dos días, entre llantos a los profesores para hacer algún ejercicio de nivelación, entregar trabajos que faltaban, lo que fuera para subir las notas, pudiera pasar 4 materias, claro, las matemáticas no me dejaron ser totalmente feliz, pero finalmente, estaba ya al otro lado. Pero también, darme cuenta de eso me dio la fuerza para cambiar mi modo de ver y hacer las cosas. Tanto así que al otro año pude destacarme por mi nivel académico y sin que nadie lo creyera, mi disciplina. Aun así, el día en que teníamos el parcial final de Geografía, y en que tuvimos en papayazo de hacer una "copia general" (así como lo oyen, TODO el salón participo en la copia) cuando nos descubrieron, me toco echar al agua a la primera que saliera para que no nos afectara a las demás del curso. Por mi culpa metí en la grande a la que irónicamente un año después y hasta ahora, seria mi mejor amiga Andrea. Conocerla fue como conocer a otra yo, la misma música, la misma ropa, los mismos problemas, las mismas aficiones y algo no tan chévere, el mismo genio. Como dicen los profesores "los años del colegio son inolvidables" pero no siempre para bien. Lamentablemente mi mayor recuerdo de mi ultimo año en el Buen Consejo no fue precisamente el prom ni la excursión, sino tener que vivir la traición de una amiga no solo a Andrew y a mi, sino a la promoción, al colegio, y que, tuvimos que graduarnos, romper lazos con el colegio para enterarnos que la única victima fue ella.
Algún DIA de enero, me levanto temprano y me arreglo para lo que para mi seria uno de los días mas decisivos de mi vida. Cojo un bus cualquiera que va por toda la séptima, cuando, en la 72 sucede lo que NUNCA en mi vida me había pasado. El desdichado bus, cinco minutos antes de que comenzara mi entrevista para entrar a la Javeriana, se pincha. Treinta cuadras de distancia y el pensamiento de "¿por que a mi?" no fueron impedimento. Apenas llegue, treinta minutos después de lo estipulado, salían algunas personas de entrevista y me llamaban a mi a que siguiera a la oficina. En la tan esperada entrevista senti que no era la decision correcta, gracias a los personajes con los que entré a esa oficina. Yo, que el unico diseñador que habia escuchado en mi vida era Armani, y ni siquiera porque fuera una aficionada a la moda, sino porque era tan famoso que es casi inevitable no saber de el, tuve que escuchar con preocupacion a mi compañera de entrevista decir cosas como "me encanta leer y saber todo sobre la vida de Phillip Starck", en ese momento le muestran una cosa extraña de aluminio con una cabeza ovalada y con patas como de araña y la niña continùa "si, apenas entre me di cuenta que tenian el Juicy Salif en esa repisa de la oficina". No recuerdo de mas de esas cosas que para mi eran como chino avanzado en ese momento, solo recuerdo que luego mi preocupación aumento cuando la misma persona pregunto como hacian el proceso de selecciòn para entrar. "De tres personas que se presentan pasa solo una". En ese momento pense "demonios, por que fui tan bruta y solo me presente a esta universidad. Me va a tocar estudiar cocina tailandesa o alta costura mientras pasa este semestre. Horas mas tarde, supe que estudiarìa en la Ponti. Yesa niña, que me habia hecho sufrir con su entrevista, tambien pasó.
Me tomo algunos meses saber que esa cosa con patas era el Juicy Salif, el icónico Exprimidor de Starck, que hasta ahora, no ha habido clase de proyecto en el que no se mencione. De ahi en adelante la confusión sobre el diseño industrial se convirtió en amor, que ha ido creciendo cada vez hasta ahora, aun en las noches largas en las que a las 3 de la mañana, casi terminando la entrega del otro día, parece que el computador colapsara por un momento y una ventana termina con la poca paciencia que puede quedar a esa hora: "este programa ha encontrado un problema y debe cerrarse" y no contento con eso pregunta que si se quiere mandar un reporte de errores.
Solo espero que esa ventana no se amañe conmigo, ya que despues de 6 semestres de estudiar el diseño y despues de responder a la pregunta de las tias de "y que hace un diseñador para ganarse la vida" sé que me pasarè mi vida laboral al frente de un computador, haciendo lo que me apasiona y lo que me hace recuperar la cordura despues de que se cierre un programa o que se vaya la luz y que no haya guardado en la ultima media hora. Volver a comenzar, hacer las cosas mejor que la vez anterior y tener siempre presente que mis objetos virtualmente creados son mi alimento en mi presente y lo serán en mi futuro. En ese momento recuerdo a las personas que me han ayudado a crecer y a mi mama que se rie cuando le digo que mi hijo pirulo (mi computador portátil) y sus secuaces serán los que nos darán de comer.